Por: Adriana Restrepo Leongómez / Relatto
“En Colombia existen dos grandes tipos de emprendedores. En el primero están aquellas personas con hambre, con una necesidad enorme de salir a vender lo que sea, porque están hasta el cuello de deudas. En el segundo están aquellos optimistas que tienen un producto o servicio en la cabeza y viven convencidos de que en la esquina les compararán todo el inventario o de que convertirán su emprendimiento en el próximo unicornio de la región”.
Sin embargo, continúa Eduardo del Castillo, cofundador de la Fundación Colombia Comparte, el 75% de los emprendedores no llega a renovar su matrícula mercantil al segundo año (dato basado en estadísticas de la Cámara de Comercio de Bogotá). Y este fracaso no se debe necesariamente a escaso capital de inversión, sino a falta de lógica y estructura.
En el año 2020, tras la llegada de la pandemia, la urgencia y el apetito por el emprendimiento se duplicó. “Reinventarse o morir”, parecía un mantra que personas de todos los rincones del mundo se repetían a diario. Y esa, justamente, fue la fotografía que Camilo Ángel, gerente general de Unicentro de Bogotá, registró y que lo llevó a tomar la decisión de abrir las puertas del gran centro comercial a los pequeños emprendedores.
El 75% de los emprendedores no llega a renovar su matrícula mercantil al segundo años, según la Cámara de Comercio de Bogotá.
“Yo sabía que las grandes marcas de Unicentro podrían empezar sus procesos de recuperación tras la reapertura del centro comercial, durante el segundo semestre de 2020; sin embargo, estaba convencido de que afuera había mucha gente y empresas pequeñas muy lastimadas que necesitarían más de una mano para salir a flote. Así nació la idea de El poder de dar una mano”, afirma el Gerente General.
¿Cómo hacerlo? ¿Cuál debía ser la configuración del ambicioso programa de aceleración? Camilo, quien lleva años dirigiendo uno de los epicentros de comercio más grandes del país, tenía claro que su experiencia no estaba en ese sector, así que buscó a Eduardo del Castillo, quien desde el año 2015 estaba enfocado en el apoyo y mentoría de emprendedores emergentes a través de su fundación. Entre los dos, además de una serie de aliados que han se han ido sumando (Cámara de Comercio de Bogotá, Alcaldía Mayor de Bogotá, Alcaldía Menor de Usaquén, Innpulsa, entre otros), dieron forma y vida a una iniciativa que en 2024 cumple su cuarto año y que arroja cifras contundentes: $5.000 mil millones de pesos en inversión para los emprendimientos, 17 marcas apoyadas y transformadas, más $1.100 millones de pesos en ventas y 16 nuevos empleos generados desde el inicio del programa.
Camillo Ángel, gerente general de Unicentro, inaugura El poder de dar una mano, junto a Alejandra Maldonado, de Chocao. / Foto: Cortesía.
“Entender las necesidades reales de los emprendedores, que no solo se dan por la falta de conocimientos de mercadeo, finanzas, comunicación asertiva, estrategias digitales, entre otras cosas; sino principalmente por las angustias económicas que viven y que los llevan a cometer malas decisiones dentro de la empresa, es el fin último de Colombia Comparte”, asegura del Castillo, quien, junto a su esposa, Carolina Ruiz, encontró su propósito tras vivir seis años en calidad de “familia vergonzante”.
“Como su nombre lo indica —continúa Eduardo— son familias que tienen vergüenza de mostrar su realidad: viven en buenos barrios, pero tienen sus casas embargadas, no tienen dinero para pagar el colegio de los niños ni la administración y muchas veces pasan física hambre. Son también esas familias a quienes todos sus amigos dieron la espalda. No buscan que les regalen nada; solo necesitan oportunidades”.
Un programa de transformación empresarial, con expertos en diferentes temas, es el núcleo de la aceleradora El poder de dar una mano. / Foto: Cortesía.
El haber vivido en carne propia aquella situación, llevó a Eduardo y a Carolina a buscar a más de 200 grandes empresarios, expertos en diferentes campos, y construir con ellos una serie de programas de capacitación para ayudar a familias en dicha situación. Y, por supuesto, a aceptar, con entusiasmo, la invitación hecha por Unicentro Bogotá.
“El poder de dar una mano nunca quiso ser solo un concurso, sino un programa completo de aceleración que pudiera entregar herramientas claves que le permitieran a los emprendedores emergentes encontrar un norte, estructurar o reestructurar su negocio y duplicar o triplicar sus ventas. Así, Unicentro no solo les entrega exposición física (55.000 personas visitan el centro comercial cada día) y un incentivo económico para su crecimiento, les entrega también lo más importante: conocimiento en todos los frentes necesarios para lograr un negocio exitoso”, complementa Camilo Ángel.
¿Cómo funciona El Poder de dar una mano?
El primer año se hizo por invitación cerrada a 150 emprendedores. A partir del segundo año se ha hecho mediante una convocatoria abierta que ha ido creciendo en cada edición. Este 2024, la fase de convocatoria cerró con 210 inscritos.
A partir de un primer filtro donde se descartan aquellos emprendimientos que no cumplen las reglas básicas (https://unicentrobogota.com/terminos-y-condiciones-epddum-2024/), se inicia con los programas de transformación empresarial. Posteriormente, por cuenta de una serie de jurados, se califican y seleccionan los emprendimientos, los cuales van accediendo a las siguientes rondas.
Ángela Herrera, de Manifiesta, una marca de ropa que genera empleo a excombatientes. Foto: Cortesía.
Finalmente, 5 son los ganadores, quienes tienen derecho a una isla dentro del centro comercial por un valor de arrendamiento de $1,500.000 pesos mensuales (el valor normal por isla es de $21.000.000 pesos) durante seis meses, $15.000.000 de pesos como incentivo para invertir en sus negocios y la oportunidad de beneficiarse de las campañas ATL y digitales financiadas por el centro comercial.
Los réditos para los emprendimientos son enormes. Todos han duplicado sus ventas, pero algunos han llegado incluso a triplicarlas, han mejorado el posicionamiento de su marca, las utilidades, el flujo de caja y muchas otras variables. Sin embargo, no solo ellos han ganado. Para Unicentro, El poder de dar una mano ha sido un éxito rotundo. Tres de los participantes salieron tan robustos del programa que hoy tienen locales dentro del centro comercial. Pero, además, gracias a la aceleración, más empresas en Colombia están generando empleo formal, trabajando por la sostenibilidad del planeta, cerrando brechas de género, brindando oportunidades a comunidades vulnerables, haciendo país y aportando al bienestar de la sociedad. Sin duda, se cumplió con creces el sueño de Camilo Ángel.