20 años después de la aparición de su última novela, “Memoria de mis putas tristes”, y 10 después su muerte, Gabriel García Márquez se toma, una vez más, las vitrinas de todas las librerías del mundo y las primeras páginas de los diarios. Algunos han dicho que no es su obra maestra y quizás tengan razón. Pero no deja de ser un placer leer al Nobel, aún más, siendo una historia –demasiado corta para el gusto de sus fans– exquisitamente picante, donde el amor y la pasión vuelven, como en sus mejores libros, a ser el eje central. Gabo perdía ya la cordura cuando escribió este cuento/novela; pero, bien dicen por ahí, que los instintos jamás se pierden.